La nueva cinta de Almodóvar carece de lo que hace especial a sus cintas, no hay personajes memorables, ni siquiera la protagonista y las decisiones narrativas del director no producen impacto en una historia que se antoja interesante.
Cuando Julieta está a punto de abandonar Madrid para irse a vivir a Portugal, se encuentra por casualidad con Bea, una antigua amiga de su hija Antía, de la que no sabe nada desde hace años. Bea le cuenta que vio a Antía en el lago Como, en Italia, y que tiene 3 hijos. Aturdida por la noticia, Julieta cancela su viaje a Portugal y decide escribir sobre su hija, desde el día en que conoció a su padre durante un viaje en tren.
Pedro muestra su talento en esta cinta más por el aspecto visual que por otra cosa, las escenografías, el vestuario, los detalles, la paleta de colores resulta cautivadora, escenas como aquella del ciervo son buenos ejemplos, los pequeños guiños para determinar el paso del tiempo están bien pensados y trabajados.
Pero lo visual no es suficiente para sostener la historia. "Julieta" es una adaptación de los relatos "Destino", "Pronto" y "Silencio", de la Premio Nobel de literatura canadiense Alice Munro. Una historia de mujeres sobre el dolor, la culpa y la pérdida. Pero la cinta no logra hacer una transición interesante a la pantalla grande, ya que recurre a recursos como la voz narradora, en un medio donde la habilidad de relatar con imagenes es lo más importante.
Los personajes parecen sonambulos, las actuaciones son tibias y transmiten muy poco, si no fuera por que la voz narradora nos dice lo que pasa o sienten, habría mas confusión. Y es que la trama antoja algo más visceral, el director nos tiene acostumbrados a eso, y verlo moverse en una historia sutil resulta curioso. Pero aùn pensando en algo delicado por contar, las decisiones narrativas podrían sacar mayor provecho de esa neutralidad. El potencial existe para que Almodóvar se rete y avance a otro tono de cintas, pero todo parece quedar en el intento.
Aun inclinandonos por un tono más suave en el filme, deberíamos encontrar a los personajes memorables, empatizar, ver una diferencia en su trayecto o de otra manera no valdría la pena contar la historia. Y en la mayoría del filme asi pasa, solo contados involucrados como Rossy de Palma quienes logran aprovechar los pocos minutos en pantalla de sus personajes secundarios para presentarnos matices y robarse las escenas.
La cinta fluye curiosamente, el aspecto visual y la música acompañan un viaje que al final se nota insìpido.
Calificación: 65 puntos
Por Luis
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