Un filme entretenido sin muchas pretenciones, Dwayne Johnson sostiene con su carisma una historia que sigue la formula de todas aquellas en las que aparece, pero no por ello deja de ser un viaje divertido aunque intrascendente.
El primatólogo Davis Okoye, un hombre que mantiene las distancias con otras personas, tiene un sólido vínculo con George, el extraordinariamente inteligente gorila de espalda plateada al que ha estado cuidando desde que nació. Pero cuando un experimento genético sale mal, este apacible simio se convierte en una enorme y embravecida criatura. Para empeorar más las cosas, pronto se descubre que existen otros animales con la misma alteración. Cuando estos depredadores alfa recién creados arrasan Norteamérica destruyendo todo lo que interpone en su camino, Okoye se une a un ingeniero genético sin prestigio para conseguir un antídoto y se abre paso en un cambiante campo de batalla, no solo para frenar una catástrofe mundial sino para salvar a la aterradora criatura que una vez fue su amigo.
Esta es una adaptación al cine del videojuego "Rampage", en el que simios y monstruos de todo tipo atacan y destruyen ciudades, aunque en realidad eso solo sirve como base, tomando en cuenta que es un videojuego sin una narrativa concreta, asi usan la premisa para una historia lineal, predecible.
El carisma de Dwayne Johnson es innegable, bien podría hacer una película donde estuviera sentado frente a la pantalla conversando y sería un éxito, porque emana esa confianza que poco logran y es tan agradable que dan ganas de que "fuese tu amigo". En el terreno histrionico sabemos que siempre hace el mismo personaje, no solo por alguna habilidad actoral limitada sino más que nada porque los personajes están estructurados de manera similar.
Y siendo ese personaje el centro de las historias, implica similitud también en la narrativa, siempre será el más fuerte, algo creíble por su imponente físico pero que rayan más allá de la lógica, en esta película por ejemplo un balazo, que parece fue solo un rose, no lo detiene para salvar el día. El efecto de deux ex machina, es decir que todo se soluciona por arte divino, es una constante siempre en estos filmes de acción. Nunca hay peligro real, lo cual quita un poco de emoción, si es necesario que su personaje sepa conducir un helicóptero lo entenderá, y ese vehículo estará listo en el lugar preciso.
El resto de los personajes cruza en muchas ocasiones la linea entre lo real y la caricatura, sobre todo los villanos, y se comprende porque más que nada están como parte del tono cómico del filme, incluso sus inminentes muertes más que satisfacción provocan risas.
Por otra parte lo que tampoco se puede negar es que llegas a la sala con esa expectativa, una pelicula e una historia ligera hecha solo para disfrutar con las palomitas, para reír, para sorprenderte con los efectos, como si fuera una botana y no cae mal consumir una de vez en cuando.
Inofensivo, de tono ágil, con huecos en la trama, y predecible, otro viaje por una montaña rusa que divierte y cumple su prometido, aunque como siempre la olvides en breve,
Calificación: 60 puntos
Por Luis
Comments