Código Traje Rojo entrelaza el folclore para modernizar el cliché de salvar la navidad.
Este jueves se estrena Código Traje Rojo, película dirigida por Jake Kasdan (Jumanji: El siguiente nivel) con el guión de Chirs Morgan (Shazam Furia de los Dioses, Rápidos y Furiosos: Hobbs & Shaw e Hiram Garcia. En concreto, un equipo que ha tenido experiencia en las películas de acción llenas de adrenalina y trucos insólitos que ahora se reúnen para crear una película... navideña pero no una en la que la girlboss regresa a su pueblo para descubrir el valor del amor, eso no ocurrirá aquí.
La cinta nos presenta a Nick (J.K. Simmons) el único e inigualable, en la víspera de navidad, alistando todo para la gran noche. Callum Drift (Dwayne Johnson) su duende más leal vigila de cerca antes de presentar oficialmente su retiro, sólo para darse cuenta de que su jefe ha sido secuestrado. Paralelamente, Jack O’Malley (Chris Evans) hacker y mercenario, está en una misión un tanto peculiar. Este niño malo dice que puede encontrar a quien sea, por lo que será contratado por Zoe (Lucy Liu) para localizar a Nick antes de que sea demasiado tarde.
A este elenco legendario también se le suman Kiernan Shipka y Kristofer Hivju. Si bien algunas apariciones son más breves que otras, en general son bastante disfrutables, cada uno de los actores les da un toque especial a sus personajes, no necesitan decirte mucho, sino que van demostrando su carácter a lo largo de la cinta. Si bien en ocasiones se acercan más a la caricatura de un tipo de personaje, funciona bien para el estilo de la cinta, por lo que no se siente falso o ridículo. Chris Evans como el chico malo es divertido, lleva una buena dinámica con la Roca donde uno aprende del otro y viceversas, un poco como una pareja de policías con valores disparejos.
La cinta posee un balance poco común entre la acción y la historia. El equipo recuperó varios mitos en torno a la navidad y los fue incorporando en una construcción de mundo que nos muestra una fantasía moderna, donde la tecnología, los trends y las crisis actuales son cercanas a las criaturas fantásticas, recuerda un tanto a El Origen de los Guardianes, pero con un tono más casual. Esta construcción de mundo permite que puedan combinarse varios de los conceptos con los que tanto Evans como Johnson han trabajado varias veces, pero con el tratamiento necesario para encajar dentro de las cintas navideñas, incluyendo algunos de los tropos frecuentes, como las familias disfuncionales y la misión de rescatar la navidad.
En este mismo tenor, el diseño de personajes es formidable, mezcla el folclore con lo moderno, sin perder ese toque feérico en las criaturas involucradas, lo cual se refuerza con maquillaje, vestuarios y efectos especiales. Sin duda la estética de la cinta tiene un toque propio que hace que resulte difícil de ignorar. Así pues, si bien recicla varias ideas, sabe muy bien qué reconstruir y a qué darle una vuelta de originalidad para que su propuesta estética sea atractiva.
Como una persona que detesta la navidad y la falta de originalidad alrededor de las producciones que tocan esta festividad, me parece refrescante la manera en que se maneja en esta cinta. Sí, tiene bastante de las historias donde la falta de Santa Claus y sus respectivos regalos es sinónimo de arruinar la festividad, pero es el trasfondo y las subtramas alrededor de esta costumbre las que hacen que pase de ser una cinta de acción a una película familiar, en el mejor de los sentidos.
Hay una consciencia detrás de esta cinta acerca de las situaciones a las que se exponen los niños hoy en día, sus frustraciones y su sufrimiento, es en ello en lo que se apoyan para crear una historia que se aleja de la imaginación edulcorada e ingenua para dar una cuestión mucho más interesante con una villana con buenos argumentos. La suma de todo ello convierte a esta en una película ligera, pero bien construida que le da la bienvenida a la temporada navideña.