Regreso al pueblo de los suspiros de Grace P. Bedoya nos lleva de la mano en una travesía que abarca tres diferentes planos: el de la vida real, el mundo onírico y la ficción.
La escritora venezolana Grace P. Bedoya, aborda en Regreso al pueblo de los suspiros la novela de manera refrescante, desde una estructura inusual que pone al lector entre cuentos dentro del propio cuerpo de la novela, mediante una trama trepidante, la escritora se va topando con algunos de los personajes de sus relatos. Cada uno parece reflejar una parte de ella misma, o de su pasado. Cada uno le transmite una noción imprescindible. Ella se halla en un momento de gran fragilidad; ha perdido la esperanza, y es incapaz de escribir como antaño. Hay una parte de su vida que desconocemos pero que intuimos. La razón de su melancolía, la causa de su bloqueo. Platicamos en entrevista con la autora acerca de la obra.
¿Cómo fue la concepción de esta novela?
Esa pregunta es muy interesante y la respuesta es inusual porque en realidad no hubo concepción de la obra y no hubo decisión de escribir una novela, me explico: todo esto nace como un ejercicio de escritura diaria que me propuse por el 2016-2017 porque tenía el tan trillado bloqueo del escritor y no estaba escribiendo nada y estaba planificando cosas por escribir, pero la realidad es que no estaba escribiendo y me propuse escribir en las mañanas. Yo soy ingeniero y trabajo en el área de gas y petróleo y en las madrugadas, para ser más exactos a las 4 de la mañana, antes de arreglarme para irme a trabajar me propuse escribir una historia corta en más o menos media hora cada mañana, únicamente por el deseo de escribir algo, sin ningún objetivo y todo esto es sin planificación, era escribir de una manera libre, lo que nazca.
El primer día que empecé a escribir, no sabía de qué y me estaba poniendo muy nerviosa porque era la hora de ir a la oficina y decía no tengo nada y escribí ese pequeño poema en prosa que está hoy en esta novela y después de escribir eso me quedé pensando ¿cómo voy a hacer? no puedo pasar por esa tortura cada mañana y decidí que iba a escribir el título de la historia al día siguiente. Yo tengo aquí un diccionario viejo y empecé a ver alrededor de mi todo lo que tenía y cuando vi el diccionario dije: voy a escribir una historia de un genio que habita en un diccionario viejísimo y escribí al día siguiente esa pequeña historia y así seguí por varios días algunas de las historias como esa del diccionario, no tenían un final cerrado pero yo sentía que ahí tenía que pararlo.
En alguna de esas madrugadas uno de sus personajes que había escrito se introduce en la historia que estoy escribiendo, y me sorprendió y pensé que a lo mejor se trataba de un libro de cuentos, que las historias van a estar interconectadas de alguna manera que aún no veía y después de algún tiempo ya no pude escribir más y volví a entrar en pánico. Me desperté una mañana. supongo que estaba soñando. y me desperté con una palabra en mi cabeza que era serendipity y volví a escribir. pero ya me di cuenta que esa no era una historia que iba a escribir en una madrugada. sino que me llevaría varios días y allí me quedó claro. Se iban cerrando las historias que habían quedado abiertas, después en el proceso de edición estoy tratando de darle forma a aquello que tengo en mano y me doy cuenta de que en realidad es una novela, y para ello tuve que cambiar la estructura. Eso es lo que tienes hoy en tus manos y el proceso fue un proceso caótico, como puedes ver no hubo ningún tipo de planificación fue lo que fue fluyendo en lo que es y se va convirtiendo lo que es hoy.
Después de tanto trabajo ¿cómo ha sido ver el resultado final?
Yo amo esa novela, amo a cada uno de los personajes, de hecho los siento muy reales, y claro todo esto fue tomando una forma y se fue metamorfoseando y durante el proceso fue un descubrimiento tiempo después, porque claro después empiezo todo el proceso de buscar un editor, que en ese momento creí que era improbable, hubo un tiempo en el que me desconecté de la novela y cuando finalmente conseguí un editor es que retomó la lectura y me sorprendió. Al rato no reconocía esto como algo que yo había escrito, al rato la sentía muy mía, era una sensación muy extraña y una vez que se publica vuelven a pasar un montón de meses hasta que finalmente hacemos la presentación y la volví a leer y cuando la fui a leer otra vez me dio mucho miedo, porque no sabía si me iba a gustar y pensé cómo me presento yo ante una improbable audiencia, también no sabía que tanta gente iba a asistir.
De hecho la he leído varias veces después de la presentación inicial para algunas otras presentaciones y para reconectarme un poco con ella, porque estoy trabajando en otras historias ahora, y la verdad es que cada vez que la leo ahora la leo con bastante distancia, yo diría es como un desdoblamiento extraño, porque si hay una parte de mí que es la escritora y es muy crítica. A la novela le tengo mucho cariño y digo esto sin nada de arrogancia, porque si te soy sincera yo siento que no tuve mucho que ver con la escritura de este libro, porque al ser escrito en la madrugada, en ese estado entre la vigilia y el sueño, yo creo que hay mucho del inconsciente inclusive del inconsciente colectivo que aflora allí, siento que hay mucha cosa que tiene una textura mitológica, que puede también ser leída como el viaje épico del héroe, este viaje que tenemos en la literatura clásica al Inframundo, que también se puede interpretar como el viaje al inconsciente y siento que hay mucho hay de eso ahí.
¿Cuáles fueron los retos al adentrarte a este mundo de metaficción?
El plano en el que la escritora entra al mundo de su creación literaria y se empieza a encontrar con los personajes de ficción, de historias que ella ha escrito, es en ese momento cuando empiezo a escribir "Serendipity", esa yo le escribí al final después de haber escrito las otras historias y lo escribí tras un bloque en varios días. Yo fui viajando con la escritora mientras ella empezaba a encontrarse primero con el puentem después con Ana y llega el Pueblo de los suspiros, allí empecé a darme cuenta que ahí se iban a resolver las historias y que la escritora tiene algo que aprender ahí y me empecé a preguntar ¿qué es lo que tenía que aprender? ¿por qué está ahí?
Todo esto fue fluyendo y la verdad es que nunca me propuse escribir un texto de metaficción, lo entendí ya muy avanzada la escritura y es en el proceso de edición que me doy cuenta de ¿qué es esto? En la presentación de la novela que hicimos en septiembre del año pasado, que me presentó mi maestro que es el escritor boliviano Rodrigo Hasbún y él dijo esa noche que será un libro inclasificable, porque lo llamamos novela pero rompe con los cánones usualmente asignados, pero tampoco es un libro de cuentos, podría ser muchas cosas, hay personas que me han dicho que a veces lo leen y sienten que es un libro de cuentos infantil, pero después aparecen ciertas cosas y entonces dicen esto no es para niños definitivamente. si hay una mezcla de géneros y el tema de la metaficción y Cómo resolver esto creo que también fue bastante intuitivo sí te soy sincera. Creo que a veces nos cuesta más clasificar una obra que está escrita por nosotros, después comenzamos a tomar distancia, como que se va alejando el foco y podemos empezar a ver ya el libro o el texto en su totalidad, pero fue bastante fluido.
¿Ser ingeniero influye en la manera de escribir?
Creo que sí, tanto la manera que escribo como la que leo, porque como ingeniero soy muy analítica, soy muy pragmática, soy muy objetiva y está difícil que diga que si es bueno o malo, creo que es mejor no pensar en eso, porque a veces me puede jugar en contra porque soy muy fría y muy ruda conmigo misma. A veces me toca guardar a la escritora en algunos casos, guardar al ingeniero en otros y simplemente tratar de ser menos autocrítica, y permitir que la historia fluya. Pero sí creo que la lógica del ingeniero aparece por ahí de alguna manera, en la forma en que escribo me interesa en un texto como este por ejemplo, que tiene tanta fantasía, me interesa que haya una lógica dentro de esa fantasía, que sea creíble, porque las historias no importa qué tan realistas sean o qué tan ligadas a la fantasía puedan ser tienen que ser creíbles, y creo que ese es un reto que tenemos todos los escritores.
Eso es algo que creo me facilita la escritura, el hecho de mi pragmatismo y de mi mentalidad analítica me puede facilitar en algunos momentos tratar de darle un soporte lógico, aunque no esté explicado pero a veces dejas una pista ahí otro detalle allá y si nosotros como escritores conocemos a fondo a nuestros personajes, su historia antes de la historia e inclusive después, esa carga va a estar ahí reflejada. Ojalá sí tenemos suerte de alguna manera y el lector puede llegar a sentir que tanto los personajes como la historia son reales, ese creo es el reto y el anhelo de cada uno de nosotros cuando escribimos.
¿Cuáles son tus próximos planes?
Mi segundo libro creo que va a ser otra novela, tengo 260 páginas escritas, yo creo que ya está, creo que ahorita tengo que retomarlo, lo dejé descansar un poco porque estaba intentando editarla casi que mientras la escribía y después de completarla empecé a editarla otra vez completo, y después me di cuenta que no yo tenía que tener un poco de distancia porque lo que ocurre es que en el proceso de edición tenemos que ser implacables, ahí sí tenemos que ser muy críticos, ahí sí.
Porque mi plan original es que escribí una nouvelle que es una novela corta, un híbrido entre cuento y novela, me gustó mucho y pensé pero esta historia tiene más y se me ocurrió, la según yo en ese momento, brillante idea de escribir una trilogía de nouvelles que teóricamente iban a poder ser leídas por separado pero también como un todo. Pero por el camino me di cuenta esto no funciona ¿qué estás haciendo? Al cabo de un tiempo me di cuenta que esto era una novela, finalmente otra vez cambia la estructura, reorganiza esta cosa, porque es una novela y creo que ese va a ser mi segundo libro.
Tengo dos libros de cuentos en borrador, porque yo nunca he publicado un libro de cuentos, los he publicado en antologías de varios autores, pero tengo dos libros de cuentos uno que estoy segura que ya tiene todos los cuentos que necesita pero requiere mucho trabajo de edición y otro al que creo que todavía le faltan algunos cuentos.
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