El autor compartió en FIL Guadalajara sobre uno de los fenómenos editoriales más buscados de los últimos años ahora en edición corregida y con un volumen adicional.
En el marco de FIL Guadalajara platicamos con Jaime Alfonso Sandoval sobre las reediciones de su saga Mundo Umbrío. Todos tenemos secretos. Lina tiene uno, terrorífico, que ella misma desconoce. Después del asesinato de su madre a manos de seres del inframundo, su padre le revela que él mismo no es humano: proviene de una civilización alterna y oculta de la infratierra. Cada época ha llamado distinto a estos seres: demonios, elementales, no muertos, nosferatus. Lina deberá bajar al Mundo Umbrío para buscar justicia. En su travesía encontrará a grandes aliados, enemigos implacables, misterios develados y un intenso amor. Lina es tímida, parece vulnerable, pero si confiara un poco más en sí misma, sabría que es tan peligrosa como la más letal de las armas.
¿Cómo te sientes con esta nueva vida para tu saga?
Estoy muy contento porque creo que por fin la está como yo quería que estuviera, por fin están todas las tramas, todas las escenas que en efecto tuve que cortar por espacio, no había portunidad de hacer tantos volumenes, entonces tuve que omitir mucho de la historia. Obviamente a la gente le gustó pero había más; así a partir de que entré a Random House tuve la oportunidad de presentar la saga completa y ya por ejemplo está el último volumen que se amplia, que se divide en dos.
Para mí fue increíble volver a ver a mis personajes, era como ver a familiares que no has visto, que los extrañas mucho y también fue un gozo poner todo lo que yo quería, las preguntas que me hacen los lectores, que me decían ¿qué pasó con este personaje? de tal otro.Decía: todo está ahí, te lo juro; y ahora ya está. También es saber que un proyecto que iniciÉ hace 12 años, que inició en 2010, es un proyecto muy amplio, muy grande, son cuatro volúmenes y al mismo tiempo estoy muy contento y ahora respiro porque ya terminó. Aunque por el otro lado hay un sentimiento de tristeza, de que ya me desprendo de ellos, pero claro ahora los personajes son de los lectores.
Y al paso de los años tus lectores se han vuelto fieles y esperan noticias tuyas.
Cuando inicias un proyecto así como una saga necesitas ir creando también una comunidad lectora, es como una especie de familia lectora alrededor del proyecto. Ellos te van a ir acompañando y seguramente vas a ir dando un libro cada año, cada dos años y tienes que hacerlo lo suficientemente interesante para que esperen y estén contigo. Ahora hay una comunidad de lectores, hay clubes de lectura en varias partes de México e incluso varias partes de latinoamérica que me siguen, que los veo en internet, que nos reunimos, me buscan en presentaciones, incluso la primera vez que me llegaron lectores con tatuajes pensaba: espero que seas mayor de 18 años, porque si no nos vamos a meter en problemas. Entonces era como ver esa pasión, que los jóvenes cuando encuentran algo que les gusta leer son los rectores más apasionados del mundo, entonces no solo conseguí una saga, sino conseguí una comunidad lectora alrededor de la saga de lo cual estoy siempre agradecido.
¿Cuáles retos te implicó Mundo Umbrío?
Fue un reto imaginativo, yo creo que fue mi mayor reto como escritor, construir un mundo alterno que además sea consistente con sigo mismo, con su historia, su tecnología. Y a mí me encanta eso, me encanta hacerlo, no lo parecía y al contrario quería añadir más y más. Yo le llamó la umbríopedia porque, la gente lee mis libros, pero no es lo único. Escribí alrededor de ellos muchas cosas, hice recetas, canciones, ya nada más iba yo seleccionando una parte para agregar al libro, pero la otra parte que me daba un sustento para el universo que existía. El origen de esto está Incluso en el primer libro que escribí hace 25 años El club de la salamandra, en el cual se mencionaba si esta tierra realmente era un planeta como tal o había secretos.
Mi personaje dice que lo que pasa es que hay una infratierra, que está una capa de la tierra y que abajo de nosotros hay otra capa y abajo de otra y otra y es habitada por diferentes ejércitos. Y dije: voy a hacer una historia sobre ese mundo, ese párrafo. No sabía que años después se iba a desarrollar en dos mil páginas, pero eso fue el origen de todo. Quería fusionar obviamente el mundo vampírico con la identidad mexicana y también con la ciencia, porque no quería hacer un libro nada más cómo derivativo, sino que quería darle un sello personal, que la gente leyera y dijera: esto no lo he leído en ninguna otra parte. El reto fue estudiar ciencia, estudiar otros libros, fue crear este mundo propio y trabajar muchos años, pero en gran parte ese trabajo para mí la verdad fue gozoso, aunque muy difícil encajar todas las piezas. Además en un proyecto tan grande no puedes dejar todo a la improvisación porque en un momento te vas a empezar a contradecir, se te va a olvidar qué dijiste hace mil páginas, todo tiene que estar muy bien armado.
¿Cómo ha sido tu relación con Lina, el personaje principal?
Lina es el personaje principal y creo que es un personaje que a mí me gustó mucho cerrarlo, porque ahí se puede ver el arco de crecimiento y era muy importante mostrar bien el arco completo. Ella es una chica muy inteligente, con todo lo que lleva a tener una gran inteligencia, que ve lo que nadie ve, pero también que no se puede confiar muchísimo en su inteligencia. A la vez toda su trayectoria es de madurez, cuando dejas de ser joven y comienzas a ser un adulto, obviamente está tratado simbólicamente en el libro con toda la fantasía de por medio. Pero es una historia de adquirir la madurez y de saber cuando te tienes que hacer responsable de tus actos, no es una protagonista perfecta, comete errores y comete errores garrafales y tiene que reconocerlos y después remediarlos, lo cual cuesta un volumen completo.
Es un personaje que crece muchísimo y que tiene una pérdida terrible, tanto al inicio como al final de la historia, y es una pérdida que va a sufrir como personaje. A veces dicen que soy muy cruel con los personajes pero les digo que la vida es muy cruel. Además un villano puede tener la misma trayectoria que un héroe, lo que sucede es que sus respuestas son distintas y eso lo lleva a otro lugar, entonces me gustó mucho.
¿Qué disfrutas de escribir para jóvenes y niños?
A mí me gusta muchísimo, soy guionista de televisión y tengo algunos productos que escribo para adultos, pero a mí me gusta escribir literatura infantil y juvenil porque siento que es un terreno de mucha libertad. Normalmente si tú escribes por ejemplo fantasía y quieres dedicarte solamente a fantasía para adultos es muchísimo más cerrado, son más desconfiados los adultos, dicen: yo no leo fantasía, yo leo cosas serias o yo leo terror y así. Siempre los adultos todo lo que se llama subgénero se le ve a veces sin seriedad, de sin embargo el lector infantil y juvenil están totalmente abiertos a todos los subgéneros, terror, fantasía, ciencia ficción, son bienvenidos todos los temas, todos los géneros y para mí es gozoso escribir para ellos.
Por otro lado son más exigentes, entonces no puedes engañar a un joven, a ellos no les importa si empezaste ayer, hace 20 años, si eres premiado, lo que les importa es la historia. Y tienen tantos distractores los jóvenes ahora, tienes el mundo en la palma de tu mano, entonces competir con eso, que un libro enganche y de pronto digan: espérate ahorita no quiero que me distraigan porque quiero saber que sigue, eso es un reto importante.
¿Qué virtudes destacarías de la fantasía?
Lo que pasa es que la fantasía lo que permite es entrar a terrenos simbólicos. Cuando escribes de fantasía parte de eso son símbolos; puedes hablar de hobbit, de dragones, pero en el fondo te das cuenta que son símbolos, estás hablando de poder, de pasión, de las dictaduras. La fantasía se presta mucho para eso, me gusta eso por la carga simbólica que tiene.Normalmente la literatura infantil y juvenil son historias de crecimiento, personajes que van creciendo desde Harry Potter y todos esos, qué significa por ejemplo crecer y enfrentarte al reto que da la vida. Por eso me gusta esa capa metafórica que tiene y el potencial que tiene la literatura fantástica. Decía Ray Bradbury que hay que leer fantasía para comprender la realidad.
¿Estás trabajando en otro libros?
Ahora estoy diría exhausto, termina La guerra de guerras y dije: después de dos mil páginas ya no quiero meterme a otro proyecto así, pero tenía muchos proyectos ahí en simultáneo. Pero como a la segunda semana ya no sabía qué hacer, entonces me hace falta. Así que ya tengo un proyecto, tengo un trabajo previo que quiero explorar en literatura policiaca con un toque fantástico porque no voy a dejar la fantasía de lado. Es hablar de Justicia e injusticia, ese es mi tema central, como un arco exploratorio donde hablaré de eso. También me tiene muy emocionado.
Comentarios