La película Los extraños: Capítulo 1 apuesta a crear una historia en dos capítulos, pero tiene un gran reto por delante.
La semana pasada se estreno Los Extraños: Capítulo 1, la cinta que le da continuación a franquicia de slasher que Bryan Bertino comenzó en 2008. En este caso tenemos a Renny Harlin (Testigos Silenciosos) como director, con Alan R. Cohen, Alan Freedland y Amber Loutfi como guionistas, quienes tienen la dura tarea de hacer el reboot de una cinta que juega magistralmente con un miedo tan común como real.
En este caso, Maya (Madelaine Petsch) y Jeff (Ryan Bown) son una adorable pareja hace un viaje en carretera. Ciertos imprevistos los obligan a pasar la noche en una cabaña en medio de la nada, rodeados de locales con ideas muy tradicionales que no los ven con buenos ojos. La pareja trata de sacar lo mejor de la velada, hasta que comienzan a ocurrirles situaciones bastante inquietantes a cargo de un grupo de desconocidos ensañados con ellos.
En lo que respecta a la narrativa, la cinta guarda ciertos elementos de su antecesora, incluso se podría decir que espejea algunos de los aspectos principales de esta. Eso sí, se busca hacer cierta actualización de los personajes, caracterizándolos como una pareja joven neoyorkina, con todo lo que eso puede implicar, desde redes sociales y celulares, hasta algunas fricciones en sus ideales con el resto del pueblo, lo cual pudo explorarse más e incluso volverse un subtema, pero queda un poco en el aire o más como una broma recurrente que cansa después de forzarlo demasiado.
Entre los puntos que más destacan en esta película está su ambientación, desde la fotografía, la música, hasta los vestuarios y, por supuesto, el trabajo de Matus Lajcak, Letzia Fabbri y Olivia Kreutzova para interpretar a este trío y provocar tensión sin decir poco más de un par de líneas. La película supo darle un aire muy particular que recuerda a slashers como Masacre en Texas donde el ambiente también juega en contra de los protagonistas.
Lamentablemente, el talón de Aquiles de esta cinta son sus personajes principales, ya que sabemos realmente poco de ellos y casi no hay momentos que nos permitan conectar con ellos. Peor aún, la cinta toma ciertas decisiones que crean desesperación cuando uno observa desde afuera, ya que parecen carecer de sentido común o llegan a caer en la comedia involuntaria. Así pues, los personajes se sienten más bien distantes, vacíos y no hay suficientes elementos para ponerse del lado de sus captores tampoco, por lo que el enfoque emocional que se le quiere dar a esta película se siente perdido.
En cierta forma, Los Extraños: Capítulo 1 se acerca más al repertorio de clichés que observas con tus amigos fanáticos del terror para tener la comidilla del día, tiene sus buenos momentos, pero también deja varios elementos sueltos aquí y allá. Habría que ver cómo se desarrolla este concepto para las siguientes películas, pero ciertamente este incio podría costarles público en lugar de atraerlo.
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