top of page
Foto del escritorDroideTV

Sonríe 2: La secuela con un arrazador éxito que apuesta por el lado psicológico

En Sonríe 2, Naomi Scott hace un papel espectacular como víctima con un pasado complejo


sonrie 2

Ahora en cines puedes ver Sonríe 2 secuela en la que el director y guionista Parker Finn que gira en torno a una peculiar maldición donde las sonrisas se vuelven realmente aterradoras y te arrastran a la locura. La primera entrega tuvo un marketing formidable con más de un momento viral y si bien este estreno ha sido más discreto, los fanáticos lo han esperado entre los títulos de la temporada.


En esta ocasión, la historia nos muestra a nuevos personajes. Seguimos a Skye Riley (Naomi Scott) estrella pop que se volvió un fenómeno mundial, después de un aparatoso escándalo se prepara para regresar a los escenarios con un equipo encabezado por su madre (Rosemarie DeWitt) y su asistente (Miles Guitierrez-Riley). En medio de los preparativos, una misteriosa entidad amenaza con tirar por la borda todo por lo que ha trabajado, así como poner en su contra los demonios de su pasado.


Por lo general, las secuelas de terror tienden a contentarse con repetir la fórmula que hizo que la original tuviera éxito. Si bien la premisa y ciertas dinámicas se mantienen, Finn supo cómo hacer que esta nueva historia pudiera aprovechar lo mostrado en lo anterior y al mismo tiempo trabajarla como una historia independiente con sus propias temáticas y matices por tratar.


En buena medida, esta cinta me recordó a Perfect Blue pero con un estilo meramente americano y orientado hacia el terror, sin que ello impida que guarde ciertas metáforas, como la manipulación, la explotación laboral, la cacería mediática y ese límite borroso entre la realidad y la alucinación. Además, en la parte artística juega mucho con las posibilidades que puede ofrecer una estrella del pop, con escenas bien trazadas y algunos escenarios surreales con una fotografía dinámica por parte de Charlie Sarroff; incluso algunos apartados musicales interesantes, apartado que estuvo a cargo de Cristobal Tapia de Veer.


Si bien esta premisa por su misma naturaleza tiene momentos de comedia involuntaria o en los que no estás seguro de si reír o sentirte perturbado, definitivamente la actuación de Naomi Scott es la base sobre la que se sostiene el peso dramático y la tensión de la historia, ella nos logra mostrar diversos matices de una personalidad autodestructiva en camino a buscar su redención social, un personaje con una exquisita dimensionalidad, que aunque no ahonde demasiado en ello, muestra lo suficiente para entender a quién tenemos en frente y que sea algo más que la víctima en turno. Si bien las participaciones de Ray Nicholson no son numerosas, tienen la puntualidad precisa para convertirlo en el recuerdo constante que atormenta a la protagonista.


El talón de Aquiles de esta cinta es su duración, pues si bien las escenas son disfrutables para los amantes del terror, ciertamente se siente que pudo contar lo que deseaba con menos tiempo e incluso priorizar ciertos elementos más que otros, ya que en ocasiones se decanta más por el jump scare y el shock value que a mostrarlos las distintas aristas que hacen de Skye la presa soñada para el demonio.


En general, es una cinta que sabe jugar con la audiencia y a su vez valorar su inteligencia para sacar conclusiones y observar detalles, le da un factor extra el brindar sólo las explicaciones meramente necesarias y sabe utilizar la desesperación de sus personajes a favor. Así pues, una buena secuela que a su vez es una opción interesante para esta temporada de Halloween.


Andrea Rodriguez

Comentários


bottom of page