La también guionista de Vidas Pasadas se encuentra entre los contendientes al Oscar a Mejor Guión Original
Esta semana se estrena Vidas Pasadas, una cinta producida por A24 con un fenómeno similar al de Parásitos, pero por sus propios méritos. La ópera prima de Celine Song competirá por el Oscar a Mejor Película y Mejor Guión Original, sin contar con los 67 premios que ha ganado hasta ahora y las múltiples críticas positivas que ha recibido.
La premisa es sencilla, pero cautivadora: Nora (Greta Lee) tiene que despedirse de su país natal, sus amigos y su primer romance, Hae Sung (Teo Yoo) cuando su familia decide emigrar a Canadá en busca de mejores oportunidades. Tiempo después, los antiguos enamorados se reencuentran, tratando de acercarse a pesar de la enorme distancia que los separa en el tiempo y el espacio. Hae Sung hará todo lo posible para volver a ver a la niña con la que regresaba a casa después de la escuela para descubrir si están destinados a estar juntos pese a todos los obstáculos.
De una manera similar a El Extranjero de Camus, la película puede parecer sencilla, pasando a través de diversas escenas cotidianas y situaciones prácticamente mundanas, sin proponerse a romantizar las vidas de sus protagonistas. Pero es justo en esa aparente simplicidad en la que encuentra su mayor fuerza, pues utiliza eventos con los que casi todos podemos relacionarnos para llegar a donde más duele de una forma tan sutil que te darás cuenta sólo cuando llegue a los créditos.
El hecho de que Song escribiera y dirigiera esta cinta fue un gran acierto, ya que hay una coherencia brillante entre los diálogos y las escenas con el lenguaje corporal de las actuaciones, las tomas y la manera en la que se cuenta la historia a través de su lente. Si bien no cabe duda que Lee y Yoo saben transmitir una química especial que te mantiene con el corazón en la garganta durante toda la cinta, John Magaro, nuestro tercer protagonista, le agrega una pizca sensible, humorística y dolorosa (sí, todo al mismo tiempo) al tercer acto de la cinta con la historia que van contando sus expresiones y su postura, con apenas algunas líneas, se vuelve vital para lo que la cinta trata de transmitir.
También vale la pena mencionar el trabajo de Shabier Kirchner en la fotografía, ya que sabe transitar por diversas situaciones y generar ambientes distintos que van abonando al discurso de la película, desde una infancia que parece casi idílica, con recuerdos tiernos llenos de todos suaves y días soleados, hasta el desencanto de la adultez, con tonos fríos, lluvias interminables y el frio de la noche que casi puedes sentir desde la butaca.
En general, se puede decir que la película está construida a partir de pequeñas sutilezas que en suma brindan un mensaje amplio con varias aristas. Esta no es la clásica historia de amor romántico a la norteamericana con pruebas que parecen imposibles y actos alocados donde el chico le demuestra a la chica que está loco por ella. Incluso, podríamos decir que lo advierte con su pequeña referencia a El eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Esta es una película con los pies en la tierra que, desde su brutal claridad, le da una cachetada con guante blanco a los mitos del amor romántico con los que muchos hemos crecido.
Además, en su realismo y su búsqueda por capturar la esencia de la vida, se ve atravesada por múltiples temas complejos como la migración, las aspiraciones de la vida, el choque cultural entre oriente y occidente e incluso la identidad, sobre todo la identidad de las personas que se van. Todo ello con la gran premisa de “no lo digas, muéstralo” de tal manera que cada uno puede observar y darle un significado diferente a cada escena. Incluso los personajes en su construcción son multifacéticos, puedes amarlos, odiarlos, comprenderlos o repudiarlos, pero sin duda empatizarás por lo menos con alguno de ellos.
Si te preguntabas si Vidas Pasadas vale la pena, definitivamente sí, tiene una habilidad para moverte por dentro que pocas cintas tienen. Eso sí, mejor escoger otra opción si es tu primera cita con alguien, esta es una historia para cuestionarte con un ácido sentido del humor y una mirada afilada.
Comments